Abrimos los ojos sobre las 7 AM, aun nos encontramos a bordo del tren que cogimos anoche, una larga noche por cierto, buscando posturas imposibles para poder conciliar el sueño. Ya es de día donde nos encontramos, el paisaje que se puede observar es cuanto menos maravilloso, el sol no levanta aun 1 metro sobre el horizonte, grandes llanuras todas cubiertas de una densa capa de nieve, arboles salteados y pequeñas casas perdidas en el campo que me pregunto si estarán habitadas. Se nota el frío en el ambiente, aunque en el tren hace una temperatura agradable, y las mallas térmicas y los pantalones de esquiar ayudan mucho.
Por fin llegamos a nuestro destino, Rovaniemi, capital administrativa de la provincia de Laponia, ciudad donde reside nuestro querido Papa Noel, situada muy cerca del círculo polar ártico, es una ciudad pequeña. Nos disponemos a visitarla y a desayunar, las calles están todas nevadas, y con capas de hielo, conviene ir cuidando nuestros pasos. Son las 8 Am y pocas cosas hay abiertas y aun menos personas hay en la calle. Encontramos un pequeño centro comercial para tomar un desayuno, bastante caro por cierto, pero necesario, y nos disponemos a ir a nuestra excursión concertada, con una empresa que hace tours por los alrededores del pueblo, para ir en moto de nieve, durante el día, por la noche para ver auroras boreales, hacer visitas a granjas de renos o de huskys. Nosotros nos disponemos a visitar a los renos, nos preparamos con unos monos, que encima de nuestra ropa nos hace parecer el muñeco Michelin, pero todo es poco si vamos a ir en moto de nieve con el frío que hace, el resto de la indumentaria se compone de botas, guantes y casco.
Nuestro monitor que ira delante nuestra todo el camino nos explica cómo conducir una moto de nieve y las normas k no deberemos saltarnos. El mecanismo de la moto de nieve es fácil, frenamos con una maneta normal como las de una moto o una bici, y aceleramos con un pequeño pulsador, que está a la altura del dedo gordo de la mano derecha, muy fácil, se las ve poca cosa pero esos “bichos” alcanzan los 180 km/h, nos disponemos a salir, la empresa tiene rutas diseñadas, nos tiramos 3 horas en ruta, empezamos por un río congelado, k se extiende sobre nosotros kilómetros y kilómetros, hasta que nos introducimos en el bosque y seguimos una senda, por aquí hay que ir más lento, dejamos los 100 km/h que alcanzamos antes para rodar a un ritmo medio de 50 km/h aproximadamente, que no es poco. Llegamos justo a la granja de renos, otra monitora nos está esperando, todos son muy amables con nosotros y nos explican todo lo que deseamos saber, en ingles por supuesto. Nos damos una vuelta en un trineo tirado por un reno, que no nos hace ni caso, se supone que si tiramos de las riendas debería frenar y si le damos con ella (muy suave) pues acelerar, pero es “perro viejo” y se limita a llevarnos a su ritmo. Vuelta al campamento base en nuestra moto, por otra senda distinta. Bosques muy frondosos nos vamos encontrando por el camino hasta que salimos a la gran llanura que es el río.
Después de la despedida con nuestros amigos de las motos nos disponemos a comer, como no, en un “fast food”, el famoso McDonald, con el “atractivo” que es el que más al norte del mundo se encuentra. Cogemos un bus hacia la ciudad de Papa Noel, visita obligada si uno pasa por Lappland, todo muy comercial la verdad, muy navideño y muy bonito, Papa Noel nos dedica un par de palabras en español que nos dejo asombrados. Visita a la tienda de ``souvenires´´ y vuelta a Rovaniemi para coger el tren de vuelta a Helsinki, otra noche de tren, pero uno va tan cansado que no hace falta ni buscar la postura para dormir.
Un viajero recomienda este sitio para visitarlo….viaje inolvidable sin duda.
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